El próximo 15 de febrero de 2013 un asteroide de 50 metros de diámetro pasará muy cerca de la Tierra y, aunque se ha descartado completamente que pueda colisionar con nuestro planeta, sí que podría impactar con algún satélite. Entrevistamos al director gerente de Elecnor Deimos, Miguel Belló, quien nos explicará en detalle los riesgos reales de la trayectoria de esta roca, así como las tecnologías que existen actualmente para desviar un objeto de este tipo en caso de que pudiera impactar en la superficie terrestre.
Muy Interesante: La primera pregunta es obligada: ¿Supone algún riesgo para la Tierra el paso del asteroide 2012 DA14? ¿Y para los satélites orbitan alrededor de nuestro planeta?
Miguel Belló: Aun existiendo cierta incertidumbre en conocer finalmente cuál será su mínima distancia a la Tierra, que estará en torno a los 27.000 kilómetros de la superficie de nuestro planeta, el impacto está completamente descartado. En cualquier caso, al cruzar a menor distancia que el anillo geoestacionario, donde orbitan la mayoría de los satélites, sí que existe la posibilidad, aunque remota, de que se produjera un impacto contra uno de los satélites e incluso su destrucción.
Muy Interesante: Por suerte no colisionará con nuestro planeta pero, si así fuese, ¿qué efectos tendría?
Miguel Belló: Los efectos podrían ser devastadores, aunque eso depende mucho de dónde cayera finalmente. Hay que tener en cuenta que la Tierra tiene muchas zonas deshabitadas y mucha superficie del planeta está ocupada por agua, por tanto, lo que realmente determinaría su gravedad sería que el asteroide cayera en alguna zona próxima a grandes ciudades o regiones muy pobladas.
En cualquier caso, teniendo en cuenta la masa y la velocidad a la que se desplaza el 2012 DA14 se puede concluir que no provocaría la destrucción de nuestro planeta pero si tendría efectos muy graves en la región en la que se produjera el impacto. Se calcula que, en caso de caer en tierra, originaría un cráter de alrededor de 1 kilómetro y liberaría unos 2,5 Megatones de energía. Y si cayera en el mar, provocaría un gran tsunami. En ambas situaciones, la proximidad a zonas pobladas o ciudades sería el factor que determinaría su gravedad, pudiendo alcanzar una devastación de unos 2.000 kilómetros cuadrados en torno a la región del impacto.
Un resultado similar a lo que ocasionaría este satélite en caso de impactar contra la tierra lo podemos encontrar en el desierto de Arizona, donde hace unos 50.000 años un asteroide de dimensiones y composición similar provocó un cráter de aproximadamente de 1,2 kilómetros de diámetros y 170 metros de profundidad.
Muy Interesante: ¿Disponemos actualmente de alguna técnica para desviar este tipo de asteroides en caso de una hipotética colisión futura? ¿En qué consiste el proyecto Don Quijote?
Miguel Belló: Elecnor Deimos, como área de la compañía Elecnor especializada en nuevas tecnologías, participa en un proyecto liderado por la Agencia Espacial Europea (ESA) que tiene el objetivo de desviar un asteroide ya identificado ante una posible colisión con la Tierra. Se trata de la Misión Don Quijote. Se basa en el uso de dos sondas espaciales para realizar un doble cometido.
Por un lado, existe un orbitador (llamado Sancho) que se aproximaría al asteroide para estudiar sus características físicas y, por otro, existe un "impactador" (llamado Hidalgo) que chocaría con el asteroide con el objetivo de intentar modificar su trayectoria, aunque fuera mínimamente. El orbitador, además de estudiar el asteroide, tendría otra función, la de calcular cuánto variaría el "impactador" la órbita de un NEO (Near Earth Object) cuyo impacto pusiera en riesgo a la Tierra.
El concepto de la Misión de Don Quijote ha sido reconocido por los expertos internacionales en defensa planetaria como la mejor solución a día de hoy para mitigar un posible impacto de un NEO contra la Tierra.
Muy Interesante: ¿Se podrá ver el asteroide cuando esté a la mínima distancia de la Tierra? ¿Cómo? ¿En qué zona del planeta?
Miguel Belló: Si el clima lo permite y no hay nubes, la noche del 15 de febrero se podrá ver, especialmente desde Europa, el asteroide 2012 DA14 con unos meros prismáticos o con un telescopio de tipo aficionado. Concretamente lo que se podrá apreciar es un punto de luz que cruzará el cielo y que brillará como una estrella de magnitud 8.
Muy Interesante: ¿Cada cuánto se produce un evento de este tipo? ¿Cuándo sucederá el siguiente acercamiento de un asteroide a menos de 50.000 kilómetros?
Miguel Belló: La frecuencia de acercamientos como este depende del tamaño del asteroide, y su probabilidad es algo mayor a la del choque con la Tierra. Pequeños asteroides que no llegan a 10 m se desintegran en la atmósfera y no llegan a impactar en el terreno, esto sucede todos los años. Asteroides de 50 m como el 2012DA14 pueden impactar en la Tierra una vez cada 500 años, el último registrado fue en Tunguska (Siberia) en 1908, devastando una gran región y causando dos muertes tan solo debido a la poca población de la zona afectada. Existen registros de un evento similar en China en 1492 que produjo 10.000 personas fallecidas. Asteroides de 500 m como Apophis, que podrían destruir un país, chocan con la Tierra una vez cada varios miles de años. Por último, el choque de un asteroide de 10 km como el que acabó con los dinosaurios en la Tierra sucede afortunadamente una vez cada 100 millones
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