Cada invierno, en el Mediterráneo es bastante habitual que se produzcan las llamadas ciclogénesis explosivas como resultado de la convergencia de masas de aire frío con masas de aire cálido inestable. También conocidas como “bombas meteorológica” o “bombogénesis”, consisten en la formación a gran velocidad de un nuevo ciclón, es decir, un sistema de baja presión.
El fenómeno es extraordinariamente rápido, ya que la presión atmosférica baja en torno a 24 milibares en 24 horas o menos.
La última ciclogénesis explosiva registrada atravesó la península Ibérica el pasado sábado y fue bautizada con el nombre de “Gong”. El fenómeno alcanzó rachas huracanadas por encima de los 140 km/h.
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