La tortuga Carey (Eretmochelys imbricata) vive gran parte del año en el agua y lejos de la costa. Al principio de la temporada, las hembras se aparean y son capaces de guardar durante meses el esperma del macho para poderlo utilizar cuando llegan a las playas en las que anidan.
Los investigadores, de la Universidad de East Anglia (Reino Unido), analizaron varias muestras de ADN tomadas en tortugas de Cousine Island (Islas Seychelles), un importante lugar de anidación de estos animales. Se trata de especies difíciles de estudiar, ya que su vida submarina dificulta las observaciones directas. Sin embargo, las nuevas técnicas de análisis genético han permitido obtener mucha información sobre los hábitos de las tortugas. “Ahora sabemos mucho más sobre el sistema de apareamiento de esta especie en peligro de extinción por la observación de muestras de ADN de tortugas hembras y sus crías, por lo que podemos identificar y contar el número de machos reproductores involucrados”. Entre otras cosas, los científicos han comprobado que las hembras carey son monógamas y por lo general se aparean una vez en toda la temporada, almacenando el esperma para utilizarlo durante los siguientes dos meses en los múltiples nidos.
Los investigadores, cuyo trabajo se publica en la revista Molecular Ecology, han señalado la importancia de comprender dónde se produce el apareamiento, ya que esta información puede ayudar a mejorar la eficiencia en los esfuerzos de conservación de esta especie en peligro de extinción.
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